La designación de un Obispo Católico Romano reafirma la estrategia vaticana
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La designación de un Obispo Católico Romano reafirma la estrategia vaticana
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La designación de Mss. Francisco Polti Santillán, 67, relacionado con el Opus Dei, como nuevo obispo de la diócesis de Santiago del Estero, reafirma la estrategia tradicionalista del Vaticano.
Todos los medios destacan la relación de Santillán con el Opus Dei y, en forma directa o indirecta, que es una continuidad de las diferencias del Vaticano con el gobierno de Argentina.
Vale recordar que sigue pendiente la resolución del caso del obispo castrense Antonio Baseotto, que el Gobierno Nacional desalojó de sus funciones oficiales, y abierta la herida producida por el Presidente Néstor Kirchner al trasladar el acto oficial del 25 de mayo a Santiago del Estero quebrando la tradición de hacerlo en la Catedral de Buenos Aires.
Para Washington Uranga, en Página 12 “la curia romana acaba de agregar un factor más de irritación en una relación ya de por sí tensa con las autoridades argentinas”. Agrega que “El Episcopado local sigue al margen de esta situación, sin muchas posibilidades de incidir realmente, al menos por el momento, en este tipo de acontecimientos”.
Además de la cita del periodista sobre la tensión Episcopado ICR Argentina y el Vaticano, desde los últimos años de Juan Pablo II, debe mencionarse otro episodio a tener en cuenta, más allá de la anécdota, que el único candidato que se oponía a Ratzinger como Papa fue el Cardenal Bergoglio, actual presidente del Episcopado de la ICR en Argentina.
Si bien Uranga tiende a indicar de cómo el Vaticano nombra obispos conservadores en Argentina, tiene en cuenta que ese movimiento también se lleva a cabo en otros lugares de América Latina. Así recuerda que el mismo Vaticano nombró en San Salvador (El Salvador), un arzobispo del Opus Dei, Fernando Sáenz Lacalle, “para suceder nada menos que al mismísimo Oscar Arnulfo Romero (el mártir asesinado en el altar de su propia iglesia catedral) y a otro progresista que fue su discípulo, Arturo Rivera Damas”.
También trae a colación que en Lima, Perú, otro obispo Opus Dei, Juan Luis Cripriani, luego Cardenal, sustituyó “al muy progresista” Cardenal Juan Landázuri “crítico pero también protector del teólogo peruano de la liberación Gustavo Gutiérrez”
Sergio Rubí, en el diario Clarín, también acuerda que “La elección de monseñor Francisco Polti supone un cambio de línea en una diócesis que venía siendo conducida por un religioso más bien progresista y que hora recaerá en uno más bien conservador”. aunque acota que su elección “confirma el declarado propósito de Benedicto XVI —lo dijo con todas las letras meses atrás— de contar con obispos de gran espiritualidad, fuerte formación y ortodoxia doctrinal' y “con fama de capacidad de gestión ante situaciones eclesiales delicadas como las que deberá afrontar Pólit en su provincia natal”.
Con esa información se puede concluir que el Vaticano se enrola en el mismo criterio europeo aplicado en otras áreas de la vida donde se considera a los de derecha, con cierto tipo de estudios académicas y determinadas “virtudes”, como los realmente capacitadas para las gestiones políticas y empresariales y pasan a ser visto con desconfianza el giro hacia la izquierda de gobiernos que rescatan las siempre postergadas demandas de sus pueblos, como ocurre actualmente en Latinoamérica.
En el caso de la ICR es evidente, aunque se quiere ocultar, el aumento de las tensiones de los episcopados nacionales y continentales con el Vaticano quienes apelan al reconocimiento de sus idiosincrasias particulares que, en no pocas ocasiones, se enfrentan seriamente con las decisiones centralistas del Vaticano.
Sobre este particular, el sociólogo argentino Fortunato Mallimacci ofrece un sesgo interesante a esta discusión, según una entrevista dada a Pagina 12, de hoy, 18 de mayo.
Para Mallimacci el nombramiento de Polti “Es una continuidad con la lógica que había impulsado ya Juan Pablo II y ahora continúa Benedicto XVI, que sigue siendo hegemónica en el catolicismo universal. Hay una continuidad con una manera de pensar el catolicismo que es la de reafirmación de identidades y certezas. No creo que haya obispos progresistas y obispos de derecha; lo que sí pueden existir son luchas de poder dentro del Episcopado.”
El centro de la cuestión sería “la reafirmación de identidades y certezas” más allá de las categorías de obispos de derechas o de izquierda.
De allí que “El auge de las comunidades católicas como el Opus Dei hoy es totalmente legítimo al interior del catolicismo; a nadie le sorprende que haya un obispo del Opus Dei. ¿Por qué se va a sorprender uno? ¿Por qué le va a decir uno que es de derecha?” comenta Mallimacci.
“Este comunitarismo -continúa el entrevistado- que es fuerte a nivel universal también se va haciendo fuerte en la Argentina y quiere imponer a sus fieles regulaciones sobre el cuerpo, la contracepción, la familia y los dogmas”.
¿Cuál es el problema? “… que se apuesta a eso a pesar de que la sociedad está cada vez más pluralista, compleja y quiere recrear su propia concepción de la sexualidad, la mujer, la pareja y la libertad.”
Resulta significativo que este posición de reafirmar su identidad de la ICR sea también indicada por el pensador protestante Julio De Santana
en la entrevista dada a “Metodista”, la publicación de la Iglesia Metodista en el Uruguay (IMU) y dada a conocer por PE/Ecupres el 15 de mayo, con el título “¿Quo vadis ecumenismo?“
Santana, al hablar de la “transición histórica”, refiriéndose “esa situación de cambio que no se sabe hacia donde vamos, donde las cosas son muy distintas a como las habíamos vivido y el futuro aparece incierto”, donde “mucha gente busca una base segura, en vez de ir hacia adelanta retorne al pasado”, opina que esa es “una de las causas de la elección de Benedicto XVI como Papa, quien da la seguridad de afirmarse en la tradición”
Desde estas reacciones y pensamientos, el nombramiento del obispo Polti, reafirma la estrategia del Vaticano de afirmarse en las doctrinas e institucionalidad del pasado tradicionalista para ver el presente y el futuro.
Distinto al protestantismo que, como afirma Santana, “el protestantismo mira hacia delante, si el protestantismo quiere mantener su origen debe acompañar los procesos de transformación en los que hay que respetar los Derechos Humanos, la separación de la Iglesia y el Estado, tener en cuenta las diferencias sociales pues mientras las sociedades del pasado eran muy homogéneas, las presentes son heterogéneas”.
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