2007-10-06

LOS ESPERAMOS EN EL OBSERVATORIO ATEO DE ARGENTINA

La nuestra es una asociación independiente, abierta, participativa y sin ánimo de lucro, que respetando escrupulosamente el derecho de todos los hombres a la libertad de conciencia, agrupa a aquellos que consideran que no existe ningún dios, pero que tampoco existe ninguna manifestación sobrenatural en nuestro mundo. Que todo lo que podemos conocer forma parte de la naturaleza y que lo desconocido, el misterio, es solamente fruto de nuestra ignorancia, de
nuestras debilidades y de nuestras limitaciones.

Los ateos reunidos en la Asociación Civil de Ateos en Argentina: ArgAtea, denunciamos que la religión desde tiempos inmemorables, ha sido el verdadero enemigo del progreso, la libertad y
la igualdad, ha sido la promotora de los más sangrientos asesinatos en masa, la autora de las vejaciones mas graves contra los derechos de los individuos y, por sobre todo, el peor enemigo de la razón, de pensadores y científicos, ha transado privilegios con los poderes de turno, conseguido incalculables riquezas manipulando a sus seguidores y ha intentado patéticamente mantener ciega a la humanidad negándole su derecho a una buena educación y su derecho a la búsqueda del conocimiento e incluso han intentado imponerse por la fuerza, entrometiéndose en la educación y la política.

Todo ciudadano debiera: acceder sin discriminación de ningún tipo, ni religioso, ni racial, ni de género, ni de status, a una educación digna, rigurosa, veraz y contrastable. El carácter universal del derecho a la educación implica que la enseñanza deba ser laica, por ser esta la única opción neutral no imbuida de conceptos religiosos de signo alguno que en nada se pueden considerar como científicos, suministrando todos aquellos elementos necesarios para crear una escala de valores y razonamiento crítico que contribuyan a formar al individuo como persona, alejado del adoctrinamiento.

Los ateos entendemos que las religiones existen como intentos anacrónicos de explicar el mundo que hoy en día solo hacen daño. Debido a esto es necesario plantear un debate sobre las ideas heredadas y la forma en que estas afectan a la estructura de nuestras sociedades políticas al exponerlas al dogmatismo religioso. Por ello consideramos prioritario establecer como garantía constitucional "la laicicidad" de manera de lograr una sociedad pluralista y no
discriminante.

Por esto quienes nos organizamos en ArgAtea nos hemos propuesto luchar contra la intromisión de las religiones en ámbitos en los que no les corresponde, luchar contra los crímenes cometidos por estas instituciones, luchar por la protección de los derechos y por la igualdad de cada persona y denunciar la corrupción y las ambiciones de poder político y social de estas instituciones, así como cada crimen cometido por estas.

Sin embargo nuestro objetivo no es imponer una doctrina. El ateísmo no es otra religión. Lo que pretende el pensamiento ateo es llegar a comprender el mundo tal como es en realidad, descubrir como funciona y como podemos utilizar los nuevos conocimientos en beneficio del hombre, manteniendo un equilibrio justo para que el mundo nos pueda seguir soportando sin que un día acabe por transformarse en un paraje yermo y estéril que no permita acoger más la vida.

Los ateos pensamos que la nuestra es una visión del mundo positiva, una visión que puede ayudar al hombre a construir un modelo mejor de sociedad, porque al no dejar ningún lugar donde esconderse, al no haber ninguna mano adonde ir a mendigar, no permite rehuir nuestra responsabilidad aplazando hasta otra vida la realización de nuestro proyecto. No hay nada que podamos hacer después de la muerte. Lo que queramos hacer debemos hacerlo aquí y ahora o aceptar que no lo haremos nunca. El ateísmo no nos deja otra alternativa que esforzarnos para resolver nuestros problemas aquí, en la Tierra, los problemas del hombre, de la vida, completamente solos.

Esto no significa que tengamos que vivir aislados en un mundo insolidario, sino todo lo contrario, porque cuando nosotros decimos solos estamos diciendo unidos. Estamos diciendo que la única ayuda que podemos realmente esperar es la de nuestro propio esfuerzo y la del de nuestros semejantes, que si todos somos conscientes de ello, en lugar de creer que podemos ser alcanzados, nosotros sí, por la mano de la divina fortuna para escapar de las dificultades, de las penalidades de la vida, entonces estaremos quizá más dispuestos a colaborar para resolver juntos nuestros problemas comunes, para superar solidariamente nuestras dificultades individuales. No hay ningún dios que nos escuche ni que responda a nuestras oraciones. Solamente el hombre puede escuchar y ayudar al hombre. La única esperanza que podemos esperar es la de nuestros semejantes.

Lo que ofrecemos los ateos es una visión del mundo más objetiva y sin prejuicios que nos permita liberar nuestras mentes de las cadenas que impiden el progreso de la sociedad, que nos ayude a dejar atrás el lastre de las viejas ideas, caducas y represivas, defendidas durante siglos y siglos de intolerancia en nombre de dioses y de intereses inconfesables, y que nos permita poner de una vez los cimientos para la construcción entre todos de un hombre nuevo, libre de la tutela divina, más responsable y comprometido con él mismo, con la naturaleza y con la sociedad de la que forma parte, un hombre que en definitiva pueda llegar el día de mañana a ser realmente más feliz.

Consideramos necesario implementar políticas públicas que garanticen la no discriminación de ateos y agnósticos en Argentina ya que estos no gozan ni en lo político ni en lo social, de un pleno derecho a no participar de ninguna confesión religiosa.