ENTREVISTA A LEON FERRARI :Reflexiones en torno a la muestra “Retrospectiva” 1954 –2004
ENTREVISTA A LEON FERRARI
Reflexiones en torno a la muestra “Retrospectiva” 1954 –2004
Orden Terrestre
Por Conrado Yasenza
El artista plástico León Ferrari reflexiona en esta entrevista sobre las posibilidades de debate que instauró la muestra “Retrospectiva”, exhibida hasta el 29 de Enero último en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.
- La idea es reflexionar, a raíz de la experiencia de la Retrospectiva, sobre el campo de debate que instauró la muestra, el cual gira en torno a la relación entre el Estado, el poder y la libertad de expresión.
- El otro día leía una estadística que cambió un poco mi manera de ver el reparto religioso de la gente. Ésta decía que decía que el 60% son católicos, el 20% de otras religiones y el 20 % que dice no creer en ninguna religión, no sé si serán ateos o agnósticos. Yo creo que la muestra representaba a ese grupo de gente que tiene derecho a decir lo que piensa sobre las creencias, entre otras cosas, de ese sector mayoritario de la población, que son los católicos y que tienen varias ideas que se ajustan a una especie de “justicia religiosa” muy diferente a la justicia laica que rige para toda la gente que vive en este país. La justicia religiosa se regula por las leyes de Dios. Antonio Quarrachino decía: Las leyes de Dios valen para todos los hombres, y hay parte de los creyentes -no todos- que suponen que lo que ellos creen en cuanto al castigo, por ejemplo, tiene que regir para todo el mundo. Y es una religión que tiene como eje central, a mi criterio, esta discriminación entre los buenos, que son los que profesan esa religión, y los otros que son el resto de la humanidad. Una discriminación que incluye por supuesto el castigo a los que no son católicos y también a los católicos que caen en pecado mortal. A mí me parece que esa idea del cristianismo es la madre de una serie de intolerancias y discriminaciones que recorren toda la historia de occidente, y la muestra representaba una crítica a las varias intolerancias que se analizaban allí, entre ellas por ejemplo, el antisemitismo. El antisemitismo, que nace en los Evangelios como anti-judaísmo, como el rencor de Jesús contra los judíos que no creían en su divinidad, por lo menos en el Jesús que narran los evangelios. Los evangelios fueron escritos cerca de cien años después de la muerte de Jesús, de modo que fueron manipuleados y adaptados a la conveniencia de la Iglesia. Así que haya existido o no el personaje Jesús, la descripción que hacen los Evangelios no responde a la realidad. De todos modos la religión se basa en esos evangelios, y en esos evangelios ese Jesús profesa o tiene un rencor fuerte contra los judíos. Ese anti-judaísmo evangélico se transforma después, en parte, por obra de San Pedro. Hay cinco versículos de San Pedro hechos por los apóstoles donde se acusa a los judíos de haber matado a Jesús, que es el arma principal del antisemitismo cristiano. Ese antisemitismo recorre toda la historia y fue la base del antisemitismo nazi, en un país, Alemania, que tenía el 94 % de católicos, para que Hitler matara a todos esos judíos. Y ese antisemitismo continúa. Hace unos días salió una noticia la cual refería que la cancillería de Estados Unidos había hecho un estudio global del antisemitismo en el planeta, y decía que el antisemitismo en Argentina era el peor de América Latina. Esa noticia salió cuando yo escribí, contestándole a Alicia Pierini (N de R: Defensora del Pueblo), quien pedía al Gobierno de la Ciudad que ofreciese disculpas a la Iglesia por haber permitido la muestra en Recoleta, una nota en Página 12 diciendo que Alicia Pierini lo que tenía que hacer era pedirle a la Iglesia Católica que se disculpara ante los judíos por seguir haciendo antisemitismo en las iglesias, porque hay un calendario litúrgico, son libros que se publican todos los años, que indican cuales son los versículos que se comentan en la misa, y entre ellos están estos cinco versículos de San Pedro que comenté anteriormente acerca de que fueron los judíos quienes mataron a Jesús. Esa nota en el diario desató una polémica dentro del mundo de los judíos, y tanto León Rozitchner como Herman Schiller publicaron notas en Página 12, en cierto modo apoyando mi presentación, mi denuncia, y recorriendo la historia de lo que fue el antisemitismo en la Argentina, entre otros el antisemitismo de la dictadura militar, que tuvo todo el apoyo de la Iglesia y que prestaba una especial atención a los judíos en cuanto a torturas.
- También quisiera saber si Usted está de acuerdo conque el levantamiento de la muestra, por su voluntad, abre un campo de reflexión que trasciende la relación arte - libertad de expresión.
- Sí. Yo creo que no sólo sobre esa relación, sino también sobre otros temas. Pero volviendo al tema de la pregunta, creo que fue positivo que la Iglesia logrará el cierre de la muestra, porque el cierre de la muestra permitió que aparecieran los fallos, principalmente el del camarista Corti que me parece un fallo ejemplar en cuanto a la defensa de la libertad de expresión y del arte. Y también después el de Balbín, en la misma cámara, y otro fallo posterior en otra causa que habían abierto sobre el tema. Me parece que además se debatió el derecho que tiene el Gobierno de la Ciudad sobre los espacios públicos, cuál es el límite de los espacios públicos en cuanto a muestras u obras de teatro, etc., que se exhiban ahí. La estrategia de la Iglesia, y de parte de, por ejemplo, Alicia Pierini, de Alicia de Oliveira, de Natalio Botana a través de los dos editoriales que escribió en La Nación, y de otra cantidad de personas, entre ellas, Elisa Carrió, consistió en que estuvo mal hacer la muestra en Recoleta sin pasar por una especie de Junta Calificadora para ver si esas muestras no hieren sensibilidades religiosas. Yo le contesté a Elisa Carrió, que decía que era una imbecilidad que el Gobierno me prestara esa sala ubicada cerca de la Iglesia del Pilar en tiempos de advientos, cosa que mucha gente no sabe que es eso, pero ella habla como si lo hiciera en una Iglesia, le contesté que si la Iglesia del Pilar tiene derecho a decir que nosotros vamos a ser castigados en el más allá, cosa que el catecismo en curso sostiene, yo tengo el derecho de decir desde la Recoleta que eso no me gustaba, y que si ellos siguen haciendo propaganda desde la Iglesia del Pilar contra el preservativo, yo tenía derecho a decir que estaban matando gente. Y me parece que es precisamente en el espacio público donde las minorías, en este caso nosotros los no creyentes, debemos expresarnos, y ellos tienen casi la obligación de permitirnos expresar nuestras ideas. Y la directora del Centro Cultural Recoleta, Nora Hochbaum, todo el personal del Centro de Exposición, el Gobierno de La Ciudad, Aníbal Ibarra, Gustavo López, y Silvia Fajel estuvieron muy bien en mantener una posición fuerte frente a los avances que intentó hacer la Iglesia.
- Me parece que en realidad la libertad de expresión es aceptada cuando recorre o circula por territorios permitidos, pero cuando los trasciende o sobrepasa, es censurada o clausurada y reubicada en el lugar que el Poder cree que le corresponde, que es el ghetto. ¿Está de acuerdo con esta idea?
- Sí, esa es la idea de la Iglesia que representa a una parte del país, que no se resigna a quedarse dentro de la Iglesia y pretende imponer sus leyes al resto del país. El país tiene su justicia, y tiene que regirse por esas leyes que nos hemos dictado entre todos. Las religiones tienen que dictar sus leyes para los creyentes, pero no para todos. El que no quiere usar preservativos que no los use si es católico, pero el que no lo es, o el católico que sí los quiere usar, lo pueda hacer. Esta fue una muestra, en buena parte, sobre la intolerancia que fue ilustrada por la intolerancia de la Iglesia. No sé cómo la Iglesia cometió el error tan grave de llamar a un día de ayuno y oración, de llamar a una misa frente a La Recoleta, de tener una cantidad de gente rezando todos los días frente al Centro de Exposiciones por una muestra que, al lado de los gravísimos problemas que atravesó y traviesa el país, es nada. Por cierto, llamar a ayuno y reflexión por una muestra de arte porque no les gustan algunas santitas ratas que aparecen en mis infiernitos, es simplemente ridículo. Se dieron cuenta, y después retrocedieron y dijeron que había que ofrecer la otra mejilla. Lo que pasa es que la otra mejilla del cristianismo es sed de fuego, es el infierno incandescente
- ¿Usted no cree que debe haber una cuestión más de fondo?
-Si es más de fondo porque es un enfrentamiento, por fin, de un gobierno de la Ciudad con la Iglesia, y se enfrenta con varias medidas que tomaron, y cualquiera de ellas ya provoca la indignación de la Iglesia. Es por lo mismo. Ellos pretenden que sus leyes sean para todos, y entonces no puede haber casamiento entre gays porque fue Sodoma, y porque San Pablo dijo que son dignos de muerte los homosexuales, y esa es otra herencia que tomó el nazismo para matar millares de gays teniendo como base la anti-homosexualidad de la Iglesia. En el fondo me parece que es una lucha perdida por parte de la Iglesia por seguir manteniendo el control sobre el Estado. Este intento de control se vio reflejado en la colaboración que ofrecieron durante la dictadura militar para avalar la muerte mediante desapariciones y torturas; o durante el gobierno de Carlos Menem que mataba por medio del hambre que iba tejiendo. ¿Nunca pidieron ayuno y oración por los secuestrados y desaparecidos?
- ¿Qué reflexión le merece el hecho de que se vincule el levantamiento de la Retrospectiva con el eco tan fresco de los sucesos de Cromañón?
- Eso lo hizo el PO (NdeR: Partido Obrero), que mandó por e-mail o repartió en la puerta de la Recoleta, un papel donde decía que la muestra había sido levantada por (Aníbal) Ibarra para congraciarse con (Jorge) Bergoglio. Ellos me están acusando a mí de haber dicho cosas que no dije. Tengo amigos en el PO, y en una audición radial Carlos Altamira apoyó completamente la muestra. Y ahora resulta que me atacan porque están oponiéndose a Ibarra. Una vez que tenemos un gobierno que enfrenta a la Iglesia, esta gente aprovecha cualquier cosa para oponerse, y me aprovecha a mí. Al mismo tiempo cometen un error muy poco serio porque dicen que la muestra de Telefónica fue censurada cuando no es cierto. La muestra de Telefónica está entera, y no es para defender a Telefónica sino para señalar una realidad, y va a durar hasta principios de marzo. Ahí confundieron una cosa con otra. Dijeron que la curadora de la muestra no estuvo de acuerdo con el planteo de Telefónica para las próximas muestras y que por ello renunció. Pero eso no significa que la muestra de Telefónica haya sido censurada. Por una parte mienten a sabiendas de las razones de la clausura, suponen cosas que no son ciertas, me dejan mal, me atacan y dan una información falsa; son muy poco serios. Al final sacan una llamada a apoyar la muestra de Ferrari. Además, Natalio Botana en una nota que sacó creo que el 6 de enero, vincula de una forma más o menos disimulada, la supuesta falta de justicia con respecto a mi muestra con la justicia no pronunciada en Cromañón. Se aprovechan ahora, hay una especie de alianza del PO y del macrismo, cosa bastante curiosa.
- Y esquizofrénica.
- Exactamente.
- En lo personal me hubiera gustado que no hubiese levantado la muestra, pero en síntesis, cómo se siente hoy con la decisión tomada?
- Ahora me siento muy aliviado. Tenía siempre un temor de que se produjera ahí algún incidente grave. Hubo unos atisbos cuando rompieron algunas cosas. No me importa porque las conservo rotas y les cambio el nombre, pero también hubo una corridas, algo desagradable. Cada vez que hubo una amenaza de bomba hubo que desalojar el Centro, y realmente no me sentía con fuerzas para aguantar esas tensiones un mes más. Y en fin, como había concurrido tanta gente a la muestra, había tenido tal repercusión, se habían generado tantos debates sobre estos temas, decidí que la muestra cumplió sus propósitos. Hubiera sido mejor mantenerla siempre que no hubiera pasado nada, pero si pasaba algo grave hubiera sido sumamente triste.
- ¿El propósito de la Retrospectiva era la muestra en sí o también pudo contener el intento por reflejar el cuestionamiento hacia un Poder dentro del poder, es decir, el poder de la Iglesia dentro del Estado?
- En realidad la idea era una retrospectiva, pero una vez que la vi montada observé que junto a obras abstractas que no tenían ninguna intención crítica había una cantidad de cuestionamientos, y todos o casi todos, tenían una relación con la Iglesia, porque ahí se cuestiona la conquista, la matanza de aborígenes, la Inquisición, los campos de concentración del nazismo ,que para mí son consecuencia directa del antisemitismo cristiano, el antisemitismo, la política sexual de la Iglesia con respecto al uso de anticonceptivos, el infierno. Esa discriminación cristiana es el origen de muchas intolerancias que terminaron en exterminio. Es decir, el tema de la mujer, la justificación del tema de la masturbación, hay algunas obras allí sobre el tema, la misoginia cristiana, en fin todas las intolerancias resulta que están vinculadas con la religión. Pero no fue una cosa adrede. Fue saliendo a lo largo de la muestra. La guerra de Vietnam, la crítica a los EE.UU., que ahora está manejada por los fundamentalistas evangelistas. Eso no fue un propósito sino más bien un resultado.
- Hablando del futuro, y para finalizar, ¿qué nos depara León Ferrari de aquí en adelante?
- Por una parte van a publicar en Siglo XXI un libro, que por ahora se llama “Prosas políticas”, que son artículos que escribí en los diarios a lo largo de estos años. Y hay alguna posibilidad de que la muestra vaya a la Pinacoteca do Estado que es el museo más lindo de San Pablo, en Brasil, aunque todavía estamos viéndolo. Aquí estuvo el director del museo, Marcelo Araujo, y estuvo la ex directora de la Pinacoteca, la historiadora Aracy Amaral, que escribió un texto en el libro que me hicieron en la Recoleta. Pero todavía hay que confirmarlo. Por ahora quisiera descansar un poco, y luego ver qué hago.
Reflexiones en torno a la muestra “Retrospectiva” 1954 –2004
Orden Terrestre
Por Conrado Yasenza
El artista plástico León Ferrari reflexiona en esta entrevista sobre las posibilidades de debate que instauró la muestra “Retrospectiva”, exhibida hasta el 29 de Enero último en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta.
- La idea es reflexionar, a raíz de la experiencia de la Retrospectiva, sobre el campo de debate que instauró la muestra, el cual gira en torno a la relación entre el Estado, el poder y la libertad de expresión.
- El otro día leía una estadística que cambió un poco mi manera de ver el reparto religioso de la gente. Ésta decía que decía que el 60% son católicos, el 20% de otras religiones y el 20 % que dice no creer en ninguna religión, no sé si serán ateos o agnósticos. Yo creo que la muestra representaba a ese grupo de gente que tiene derecho a decir lo que piensa sobre las creencias, entre otras cosas, de ese sector mayoritario de la población, que son los católicos y que tienen varias ideas que se ajustan a una especie de “justicia religiosa” muy diferente a la justicia laica que rige para toda la gente que vive en este país. La justicia religiosa se regula por las leyes de Dios. Antonio Quarrachino decía: Las leyes de Dios valen para todos los hombres, y hay parte de los creyentes -no todos- que suponen que lo que ellos creen en cuanto al castigo, por ejemplo, tiene que regir para todo el mundo. Y es una religión que tiene como eje central, a mi criterio, esta discriminación entre los buenos, que son los que profesan esa religión, y los otros que son el resto de la humanidad. Una discriminación que incluye por supuesto el castigo a los que no son católicos y también a los católicos que caen en pecado mortal. A mí me parece que esa idea del cristianismo es la madre de una serie de intolerancias y discriminaciones que recorren toda la historia de occidente, y la muestra representaba una crítica a las varias intolerancias que se analizaban allí, entre ellas por ejemplo, el antisemitismo. El antisemitismo, que nace en los Evangelios como anti-judaísmo, como el rencor de Jesús contra los judíos que no creían en su divinidad, por lo menos en el Jesús que narran los evangelios. Los evangelios fueron escritos cerca de cien años después de la muerte de Jesús, de modo que fueron manipuleados y adaptados a la conveniencia de la Iglesia. Así que haya existido o no el personaje Jesús, la descripción que hacen los Evangelios no responde a la realidad. De todos modos la religión se basa en esos evangelios, y en esos evangelios ese Jesús profesa o tiene un rencor fuerte contra los judíos. Ese anti-judaísmo evangélico se transforma después, en parte, por obra de San Pedro. Hay cinco versículos de San Pedro hechos por los apóstoles donde se acusa a los judíos de haber matado a Jesús, que es el arma principal del antisemitismo cristiano. Ese antisemitismo recorre toda la historia y fue la base del antisemitismo nazi, en un país, Alemania, que tenía el 94 % de católicos, para que Hitler matara a todos esos judíos. Y ese antisemitismo continúa. Hace unos días salió una noticia la cual refería que la cancillería de Estados Unidos había hecho un estudio global del antisemitismo en el planeta, y decía que el antisemitismo en Argentina era el peor de América Latina. Esa noticia salió cuando yo escribí, contestándole a Alicia Pierini (N de R: Defensora del Pueblo), quien pedía al Gobierno de la Ciudad que ofreciese disculpas a la Iglesia por haber permitido la muestra en Recoleta, una nota en Página 12 diciendo que Alicia Pierini lo que tenía que hacer era pedirle a la Iglesia Católica que se disculpara ante los judíos por seguir haciendo antisemitismo en las iglesias, porque hay un calendario litúrgico, son libros que se publican todos los años, que indican cuales son los versículos que se comentan en la misa, y entre ellos están estos cinco versículos de San Pedro que comenté anteriormente acerca de que fueron los judíos quienes mataron a Jesús. Esa nota en el diario desató una polémica dentro del mundo de los judíos, y tanto León Rozitchner como Herman Schiller publicaron notas en Página 12, en cierto modo apoyando mi presentación, mi denuncia, y recorriendo la historia de lo que fue el antisemitismo en la Argentina, entre otros el antisemitismo de la dictadura militar, que tuvo todo el apoyo de la Iglesia y que prestaba una especial atención a los judíos en cuanto a torturas.
- También quisiera saber si Usted está de acuerdo conque el levantamiento de la muestra, por su voluntad, abre un campo de reflexión que trasciende la relación arte - libertad de expresión.
- Sí. Yo creo que no sólo sobre esa relación, sino también sobre otros temas. Pero volviendo al tema de la pregunta, creo que fue positivo que la Iglesia logrará el cierre de la muestra, porque el cierre de la muestra permitió que aparecieran los fallos, principalmente el del camarista Corti que me parece un fallo ejemplar en cuanto a la defensa de la libertad de expresión y del arte. Y también después el de Balbín, en la misma cámara, y otro fallo posterior en otra causa que habían abierto sobre el tema. Me parece que además se debatió el derecho que tiene el Gobierno de la Ciudad sobre los espacios públicos, cuál es el límite de los espacios públicos en cuanto a muestras u obras de teatro, etc., que se exhiban ahí. La estrategia de la Iglesia, y de parte de, por ejemplo, Alicia Pierini, de Alicia de Oliveira, de Natalio Botana a través de los dos editoriales que escribió en La Nación, y de otra cantidad de personas, entre ellas, Elisa Carrió, consistió en que estuvo mal hacer la muestra en Recoleta sin pasar por una especie de Junta Calificadora para ver si esas muestras no hieren sensibilidades religiosas. Yo le contesté a Elisa Carrió, que decía que era una imbecilidad que el Gobierno me prestara esa sala ubicada cerca de la Iglesia del Pilar en tiempos de advientos, cosa que mucha gente no sabe que es eso, pero ella habla como si lo hiciera en una Iglesia, le contesté que si la Iglesia del Pilar tiene derecho a decir que nosotros vamos a ser castigados en el más allá, cosa que el catecismo en curso sostiene, yo tengo el derecho de decir desde la Recoleta que eso no me gustaba, y que si ellos siguen haciendo propaganda desde la Iglesia del Pilar contra el preservativo, yo tenía derecho a decir que estaban matando gente. Y me parece que es precisamente en el espacio público donde las minorías, en este caso nosotros los no creyentes, debemos expresarnos, y ellos tienen casi la obligación de permitirnos expresar nuestras ideas. Y la directora del Centro Cultural Recoleta, Nora Hochbaum, todo el personal del Centro de Exposición, el Gobierno de La Ciudad, Aníbal Ibarra, Gustavo López, y Silvia Fajel estuvieron muy bien en mantener una posición fuerte frente a los avances que intentó hacer la Iglesia.
- Me parece que en realidad la libertad de expresión es aceptada cuando recorre o circula por territorios permitidos, pero cuando los trasciende o sobrepasa, es censurada o clausurada y reubicada en el lugar que el Poder cree que le corresponde, que es el ghetto. ¿Está de acuerdo con esta idea?
- Sí, esa es la idea de la Iglesia que representa a una parte del país, que no se resigna a quedarse dentro de la Iglesia y pretende imponer sus leyes al resto del país. El país tiene su justicia, y tiene que regirse por esas leyes que nos hemos dictado entre todos. Las religiones tienen que dictar sus leyes para los creyentes, pero no para todos. El que no quiere usar preservativos que no los use si es católico, pero el que no lo es, o el católico que sí los quiere usar, lo pueda hacer. Esta fue una muestra, en buena parte, sobre la intolerancia que fue ilustrada por la intolerancia de la Iglesia. No sé cómo la Iglesia cometió el error tan grave de llamar a un día de ayuno y oración, de llamar a una misa frente a La Recoleta, de tener una cantidad de gente rezando todos los días frente al Centro de Exposiciones por una muestra que, al lado de los gravísimos problemas que atravesó y traviesa el país, es nada. Por cierto, llamar a ayuno y reflexión por una muestra de arte porque no les gustan algunas santitas ratas que aparecen en mis infiernitos, es simplemente ridículo. Se dieron cuenta, y después retrocedieron y dijeron que había que ofrecer la otra mejilla. Lo que pasa es que la otra mejilla del cristianismo es sed de fuego, es el infierno incandescente
- ¿Usted no cree que debe haber una cuestión más de fondo?
-Si es más de fondo porque es un enfrentamiento, por fin, de un gobierno de la Ciudad con la Iglesia, y se enfrenta con varias medidas que tomaron, y cualquiera de ellas ya provoca la indignación de la Iglesia. Es por lo mismo. Ellos pretenden que sus leyes sean para todos, y entonces no puede haber casamiento entre gays porque fue Sodoma, y porque San Pablo dijo que son dignos de muerte los homosexuales, y esa es otra herencia que tomó el nazismo para matar millares de gays teniendo como base la anti-homosexualidad de la Iglesia. En el fondo me parece que es una lucha perdida por parte de la Iglesia por seguir manteniendo el control sobre el Estado. Este intento de control se vio reflejado en la colaboración que ofrecieron durante la dictadura militar para avalar la muerte mediante desapariciones y torturas; o durante el gobierno de Carlos Menem que mataba por medio del hambre que iba tejiendo. ¿Nunca pidieron ayuno y oración por los secuestrados y desaparecidos?
- ¿Qué reflexión le merece el hecho de que se vincule el levantamiento de la Retrospectiva con el eco tan fresco de los sucesos de Cromañón?
- Eso lo hizo el PO (NdeR: Partido Obrero), que mandó por e-mail o repartió en la puerta de la Recoleta, un papel donde decía que la muestra había sido levantada por (Aníbal) Ibarra para congraciarse con (Jorge) Bergoglio. Ellos me están acusando a mí de haber dicho cosas que no dije. Tengo amigos en el PO, y en una audición radial Carlos Altamira apoyó completamente la muestra. Y ahora resulta que me atacan porque están oponiéndose a Ibarra. Una vez que tenemos un gobierno que enfrenta a la Iglesia, esta gente aprovecha cualquier cosa para oponerse, y me aprovecha a mí. Al mismo tiempo cometen un error muy poco serio porque dicen que la muestra de Telefónica fue censurada cuando no es cierto. La muestra de Telefónica está entera, y no es para defender a Telefónica sino para señalar una realidad, y va a durar hasta principios de marzo. Ahí confundieron una cosa con otra. Dijeron que la curadora de la muestra no estuvo de acuerdo con el planteo de Telefónica para las próximas muestras y que por ello renunció. Pero eso no significa que la muestra de Telefónica haya sido censurada. Por una parte mienten a sabiendas de las razones de la clausura, suponen cosas que no son ciertas, me dejan mal, me atacan y dan una información falsa; son muy poco serios. Al final sacan una llamada a apoyar la muestra de Ferrari. Además, Natalio Botana en una nota que sacó creo que el 6 de enero, vincula de una forma más o menos disimulada, la supuesta falta de justicia con respecto a mi muestra con la justicia no pronunciada en Cromañón. Se aprovechan ahora, hay una especie de alianza del PO y del macrismo, cosa bastante curiosa.
- Y esquizofrénica.
- Exactamente.
- En lo personal me hubiera gustado que no hubiese levantado la muestra, pero en síntesis, cómo se siente hoy con la decisión tomada?
- Ahora me siento muy aliviado. Tenía siempre un temor de que se produjera ahí algún incidente grave. Hubo unos atisbos cuando rompieron algunas cosas. No me importa porque las conservo rotas y les cambio el nombre, pero también hubo una corridas, algo desagradable. Cada vez que hubo una amenaza de bomba hubo que desalojar el Centro, y realmente no me sentía con fuerzas para aguantar esas tensiones un mes más. Y en fin, como había concurrido tanta gente a la muestra, había tenido tal repercusión, se habían generado tantos debates sobre estos temas, decidí que la muestra cumplió sus propósitos. Hubiera sido mejor mantenerla siempre que no hubiera pasado nada, pero si pasaba algo grave hubiera sido sumamente triste.
- ¿El propósito de la Retrospectiva era la muestra en sí o también pudo contener el intento por reflejar el cuestionamiento hacia un Poder dentro del poder, es decir, el poder de la Iglesia dentro del Estado?
- En realidad la idea era una retrospectiva, pero una vez que la vi montada observé que junto a obras abstractas que no tenían ninguna intención crítica había una cantidad de cuestionamientos, y todos o casi todos, tenían una relación con la Iglesia, porque ahí se cuestiona la conquista, la matanza de aborígenes, la Inquisición, los campos de concentración del nazismo ,que para mí son consecuencia directa del antisemitismo cristiano, el antisemitismo, la política sexual de la Iglesia con respecto al uso de anticonceptivos, el infierno. Esa discriminación cristiana es el origen de muchas intolerancias que terminaron en exterminio. Es decir, el tema de la mujer, la justificación del tema de la masturbación, hay algunas obras allí sobre el tema, la misoginia cristiana, en fin todas las intolerancias resulta que están vinculadas con la religión. Pero no fue una cosa adrede. Fue saliendo a lo largo de la muestra. La guerra de Vietnam, la crítica a los EE.UU., que ahora está manejada por los fundamentalistas evangelistas. Eso no fue un propósito sino más bien un resultado.
- Hablando del futuro, y para finalizar, ¿qué nos depara León Ferrari de aquí en adelante?
- Por una parte van a publicar en Siglo XXI un libro, que por ahora se llama “Prosas políticas”, que son artículos que escribí en los diarios a lo largo de estos años. Y hay alguna posibilidad de que la muestra vaya a la Pinacoteca do Estado que es el museo más lindo de San Pablo, en Brasil, aunque todavía estamos viéndolo. Aquí estuvo el director del museo, Marcelo Araujo, y estuvo la ex directora de la Pinacoteca, la historiadora Aracy Amaral, que escribió un texto en el libro que me hicieron en la Recoleta. Pero todavía hay que confirmarlo. Por ahora quisiera descansar un poco, y luego ver qué hago.
Por Conrado Yasenza Buenos Aires, Febrero de 2005
2 comentarios:
Este vierjo ignorante no sabe nada de historia.
y vos no sabes nada de la vida, callate y aprende a escribir, "vierjo"
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