2006-12-28

"Está en nosotros velar porque se cumpla esta norma y la ley de financiamiento educativo"

Con respaldo gremial

Kirchner promulgó la nueva ley de educación

Fuertes críticas de monseñor Aguer

El presidente Néstor Kirchner firmó ayer la promulgación de la ley de educación nacional, que establece la obligatoriedad del secundario. Llevará el número 26.206.
Kirchner firmó el decreto en su despacho, acompañado por el ministro de Educación, Daniel Filmus; el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y el titular de la Ctera, Hugo Yasky.
"Este es un momento histórico ante un reclamo largamente planteado por los actores de la comunidad educativa y, en particular, por los sindicatos docentes", dijo Filmus, en una conferencia de prensa en la Casa de Gobierno.
"Se trata de garantizar la inclusión paulatina de todos los chicos", sostuvo el ministro, tras señalar que los contenidos comunes y los parámetros para la formación docente "serán acordados por el Consejo Federal de Educación, con el propósito de alcanzar la igualdad de oportunidades para los alumnos en todo el país".
"A partir de ahora no le podemos echar la culpa a nadie. Está en nosotros velar porque se cumpla esta norma y la ley de financiamiento educativo", dijo Yasky.

"Laicismo ancestral"

En tanto, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, lamentó que la nueva ley de educación no incluya la enseñanza religiosa como parte del concepto de "educación integral" que plantea, y lo atribuyó a un "laicismo ancestral" que hace que la sola mención de esa perspectiva inspire "temor".
Al presentar en La Plata el mensaje del papa Benedicto XVI por la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1° de enero, Aguer consideró que "hay una especie de laicismo ancestral, un temor a decir que debe haber educación religiosa. La nueva ley tiene muchos puntos valiosos, como el concepto de educación integral, y sin embargo vemos que no se incluye la dimensión espiritual".
En consonancia con las opiniones de otros religiosos que se opusieron al texto final de la norma, consideró que el derecho a la "libre expresión de la propia fe" aún "tiene que llegar al ámbito de la educación".
Lamentó, además, el "escarnio cultural sistemático" al que es sometido el catolicismo. Dijo que el fenómeno se observa "incluso en nuestro país, donde la mayoría de la población se identifica con la religión católica".
En sintonía con el Papa, Aguer insistió en la importancia de la paz, y trazó un diagnóstico de la situación de la Argentina: "Se oponen a la paz las desigualdades injustas, que en nuestro país subsisten a pesar de las mejoras en el ámbito macroeconómico. Hay rasgos extremos de injusticia que son fuente de conflicto".
Llamó también a no caer en una "reducción positivista" del concepto de derechos humanos. Son, dijo, "los derechos naturales de la persona creada a imagen de Dios", y no sólo el producto de un acuerdo cristalizado en la Declaración Universal firmada en 1948.

http://www.lanacion.com.ar/cultura/nota.asp?nota_id=870839

LA NACION 28.12.2006 Página 12 Cultura

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