23.04.2006 | Clarin.com | Zona
REPORTAJE AL SECRETARIO DE CULTOS, GUILLERMO OLIVERI
"En la gestión del presidente Kirchner todas las religiones son iguales"
Clarín.com
Desde que Néstor Kirchner asumió el poder, las riendas de la Secretaría de Cultos de la Nación están en manos diferentes a las que solían conducir esta área más que sensible en la relación del Gobierno con la cúpula eclesiástica.
El secretario de Culto, Guillermo Oliveri, militó en la Juventud Universitaria Peronista en los 70, estuvo preso en la ESMA durante la dictadura y hoy se define como "católico no practicante" y "defensor acérrimo de la libertad religiosa". Y su segundo, el abogado Alejandro Grossman, es judío, algo inédito en ese cargo.
"Queremos un cambio profundo de la Ley de Cultos —que es de la época de Videla— y de otras normas que también fueron promulgadas bajo dictaduras, porque tienen exigencias discriminatorias que chocan con tratados internacionales incorporados a la Constitución", anticipó Oliveri a Clarín. La tarea ya comenzó: el año pasado, una nueva reglamentación de la Ley de Cultos eliminó requisitos de inscripción "incompatibles con los derechos constitucionales".
¿A qué apuntan los cambios que propone la nueva ley?
—Queremos cambiar el paradigma que supone: nos gustaría desterrar la desconfianza hacia los cultos no católicos, respetar la libertad religiosa y promover la convivencia de todos los credos.
¿La ley actual hace algunas concesiones al culto católico, ¿serán modificadas?
—La Constitución establece el sostenimiento del culto católico y se respetará ese mandato. Pero hay decisiones de gobierno en las que antes la Iglesia tenía injerencia y no nos parece justo. Hay y habrá espacios de diálogo, pero no de connivencia. Defendemos la libertad religiosa en el marco de la defensa y promoción de los derechos humanos y, desde ese lugar, todas las religiones son iguales para esta gestión.
¿Hubo ya treinta intentos frustrados de cambiar la Ley de Cultos. ¿Qué probabilidades ve usted de que esta vez se logre?
—Hace más de un año que estamos discutiendo el proyecto con los distintos credos, y se están escuchando todas las propuestas. Queremos encontrar la mejor ley para todos los cultos, no sólo para uno. Todavía se está puliendo el proyecto. Después, deberá ser considerado por el Presidente.
¿Cuáles serán los cambios?
—En la ley de Videla todo gira en torno al control social. Los cultos debían inscribirse y tener un reconocimiento oficial para poder funcionar. Queremos eliminar esa desconfianza, volver voluntaria la inscripción y crear una personería jurídica cuyo objeto sea el religioso.
¿La nueva ley estaría este año?
—No lo sé, estamos trabajando en el proyecto. Hay una férrea voluntad de caminar en esa dirección. En Argentina hay mucho diálogo interreligioso, algo poco frecuente en otros países. Es un valor de nuestro país que queremos estimular.
¿Qué puede hacer el Estado cuando se denuncian abusos por parte de grupos religiosos?
—El Estado no puede intervenir si no hay una denuncia penal previa. Pero desde el 2003 no tenemos denuncias ni bajas por problemas legales. Ahora, si usted pregunta por las "sectas", le recuerdo que en general no se inscriben en el Registro.
http://www.clarin.com/suplementos/zona/2006/04/23/z-03401.htm
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