POLÍTICA Y RELIGIÓN: PRODI O NAZINGER
Por: Domingo Riorda (ECUPRES, especial para ARGENPRESS.info)
Fecha publicación:12/02/2007
“En una escalada de la ofensiva del Vaticano sobre la administración política italiana, la iglesia rechazó ayer totalmente el proyecto de ley presentado por el gobierno de centroizquierda del premier Romano Prodi para regular las convivencias de parejas no casadas, hetero y homosexuales” interpreta José Algañaraz, corresponsal de Clarín, en una nota publicada en el matutino de Buenos Aires, ayer, domingo 11.
Otros dos artículos de Clarín, “Ley y religión: la estrategia del papa es la 'tolerancia cero'” , por el “Corresponsal en Roma” –presuntamente de Algañaraz- y “El Choque”, de Marcelo Cantelmi, siguen la misma línea de ver la oposición de la Iglesia Católica Romana (ICR) a la mencionada ley como un juego de alta política por parte de Joseph Ratzinger.
“Este conflicto corresponde observarlo desde una perspectiva política y no sólo religiosa. La ofensiva del Vaticano pretende no cosechar almas sino avanzar sobre la estructura legislativa de Italia y de Europa en su conjunto y de ahí al resto del mundo” afirma terminantemente Cantelmi, quien agrega que “La iglesia de este modo va a una batalla en la que espera demostrar la vitalidad de un poder que no solo lo mide en los altares” que puede derrumbar a Prodi y dar cabida al regreso de “Silvio Berlusconi, un político nefasto pero aliado de las posiciones del Vaticano”
El Papa va por la nueva conquista de Europa, una posición que Ratzinger ya tenía antes, como señala Clarín, al recordar que hace casi dos años escribió sobre el valor de Europa que debía conservar “su identidad” en defensa del matrimonio y de la familia. Esa “esencia” europea serviría como plataforma para la “nueva evangelización” entendida como la batalla cultural donde la ICR jugaría su apuesta fundamental a “vida o muerte”, por lo que si pierde la batalla el golpe será muy fuerte para el Vaticano y si gana el golpe será para Italia y Europa con la vuelta de Berlusconi.
Dando prueba de la autoría vaticana de cierta metodología que utilizan también se apela a la promoción de que la ICR es perseguida, como lo hace en esta ocasión Osservatore Romano comentó que Benedicto XVI recibe ataques de quienes le quieren tapar la boca “en temas delicados como importantes”, apuntado a hacer ver al Vaticano como perseguid, algo que ya está presente en distintos Episcopados católico romanaos (no sólo los latinoamericanos) por lo que puede presumirse que la autoría de tal lema es del Vaticano con recomendaciones de usarlo en distintas partes del mundo. La imagen de persecución vende solidaridad, pero también inventa enemigos.
Ante una delegación de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Francia, el Papa recalcó que “es necesario, tanto en la vida personal como pública, tener la valentía de decir la verdad y seguirla, de ser libre con respecto al ambiente, que con frecuencia tiende a imponer puntos de vista y comportamientos»” por lo que “La auténtica libertad consiste en caminar por la senda de la verdad”
De esa forma se indica que los cambios vienen por la presión del “ambiente”, palabra que sustituye la tradicional de “mundo carnal” en oposición a “iglesia espiritual”. Esa identificación de un elemento que presiona sobre la persona obligándola a varias su comportamiento, elimina de un plumazo la realidad de la evolución del ser humano en cuanto a reconocerse que puede ser autónomo y no depender de las órdenes de organismos corporativos que viven desenchufados de la realidad. que, en el caso de la ICR, está plagado de hechos de atropellos a la dignidad humana que van desde la censura al pensamiento de sus propios sacerdotes y obispos a la deleznable acción de la corrupción de menores pasando por el apoyo directo a regímenes dictatoriales.
Por otra parte al referirse a la necesidad de seguir la verdad, el Papa parte de la presunción que la verdad la tiene la ICR, tanto en el área doctrinal considerándose la única Iglesia Verdadera como en las normativas en el comportamiento humano.
A estas alturas de las afirmaciones vaticanas y de su propósito de dirigir el mundo, merece un análisis lo que significa la promocionada “nueva evangelización”. Habría que examinar cuál es su contenido y metodología, comparándolo con lo que se considera la “vieja” evangelización, ya que si hay una “nueva” es porque antes hubo otra.
Si la “vieja” evangelización es la aplicada en la etapa de la colonización del continente latinoamericano y su posterior continuidad hasta el siglo pasado, la “nueva” no ofrece ninguna novedad ya que también es vertical/autoritaria/dogmática en cuánto interpretación de la vida humana y el no reconocimiento de la autonomía del ser humano.
Si se logra el esfuerzo de auscultar estas afirmaciones religiosas apartándose de la mítica concepción de que deben ser aceptadas por la presunta autoridad de quienes la emiten, se podría concluir que provienen de personas, en este caso el Santo Padre, que exageran acerca de sus virtudes y parten de la maldad de quienes aparecen como sus adversarios. Desde ese punto de partida se niega considerar la posibilidad del diálogo y la negociación y apelan a la condena “religiosa/moral”, que en el caso similar de los políticos la consecuencia será la acción “bélica”.
Si se recuerda que existen acuerdos entre el Vaticano y Estados Unidos, cuyo gobierno actual tiene una pública posición “religiosa/moral” similar a la vaticana, se puede cerrar el interrogante sobre “la nueva” y “la vieja” evangelización” afirmándose que no hay ninguna diferencia sustancial, pues se llevará a cabo por medio de la imposición y no de la verdad, caso similar a lo ocurrido por siglos en la alianza estado/iglesia.
Por otra parte, esta aplicación de la “nueva evangelización” tendría su concepción en el modelo europeo y su base operativa en ese continente, por lo que se repite el mismo esquema de predicación del cristianismo a partir de la cultura europea desconociendo la diversidad de otros continentes como el africano, el asiático, el latinoamericano.
En el avance de conexiones a partir de una estrategia central, la vaticana, cabria la interpretación sobre la negativa del Papa para aceptar la participación de obispos reconocidos por el pueblo, como el caso de Mss. Lugo en Paraguay, pues podrían influenciar en cambios políticos sociales que están en contra de la concepción vaticana de la sociedad y que aumentarían el enfrentamiento con Estados Unidos, es decir que el peligro comunista ahora es sustituido por el de la modernidad y la relatividad.
El caso de Italia justifica este criterio analítico. La ley que se objeta es moderada, pero la oposición es total. Si tiene éxito derroca al gobierno de Prodi y el abre el camino a Berlusconi.
La predica moral es empalidecida por el objetivo político que se convierte en el propósito real de la campaña actual de la ICR en Italia. Si le sale bien la consecuencia será avanzar sobre una nueva Sacra Alianza donde ya tiene el apoyo de Alemania y el silencio de Francia en cuanto a la Constitución Europea donde el Vaticano quiere colocar el reconocimiento del cristianismo en el ser europeo así como se lo asigna en los países latinoamericanos.
Es lícito volver a la opinión de Marcelo Cantelmi en Clarín “Este conflicto corresponde observarlo desde una perspectiva política y no sólo religiosa. La ofensiva del Vaticano pretende no cosechar almas sino avanzar sobre la estructura legislativa de Italia y de Europa en su conjunto y de ahí al resto del mundo”.
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