Diez mitos y diez verdades sobre el ateismo (por Sam Harris)
Diez mitos y diez verdades sobre el ateismo (por Sam Harris)
24 de diciembre de 2006
Los Angeles Times
VARIO SONDEOS indican que el término "ateísmo" ha adquirido un estigma tan extraordinario en los Estados Unidos que ser un ateo es ahora un impedimiento perfecto a una carrera en la política (en un modo que ser negro, musulmán u homosexual no lo es). Según una encuesta reciente de Newsweek, sólo el 37 % de Americanos votaría a favor de un ateo calificado para presidente.
Incluso John Locke, uno de los grandes patriarcas de la Ilustración, creía que el ateísmo debía “no ser tolerado en absoluto” porque, dijo, “las promesas, convenios y juramentos, que son los lazos de sociedades humanas, no pueden tener ningún asimiento para un ateo.”
Eso fue hace más de 300 años. Pero en los Estados Unidos de hoy, poco parece haber cambiado. Un notable 87 % de la población asegura “nunca dudar” de la existencia de Dios; menos del 10 % se identifican como ateos — y su reputación parece deteriorarse.
Dado que sabemos que los ateos están a menudo entre la gente más inteligente y científicamente alfabetizada en cualquier sociedad, parece importante desinflar los mitos que les impiden jugar un papel más grande en nuestro discurso nacional.
Los ateos tienden a estar bastante seguros de que la vida es preciosa. La vida es impregnada de significado al ser vivida real y totalmente.
Nuestras relaciones con aquellos a quienes amamos son significativas, ahora; no tienen que durar para siempre para que esto sea así.
Los ateos tienden a ver este miedo más bien… como algo absurdo.
No hay ninguna sociedad en la historia humana que alguna vez haya sufrido porque su gente se volvió demasiado razonable.
3) Los ateos piensan que todo en el universo surgió por casualidad.
Nadie sabe por qué el universo apareció. De hecho, no es completamente claro que coherentemente podamos hablar sobre "el principio" o "la creación" del universo en absoluto, ya que estas ideas invocan el concepto de tiempo, y aquí hablamos del origen de espacio-tiempo en sí mismo.
La noción de que los ateos creen que todo fue creado por casualidad es también con regularidad usada como crítica a la evolución darwiniana. Como Richard Dawkins explica en su maravilloso libro, “La Ilusión de Dios”, esto representa una completa malinterpretación de la teoría evolutiva. Aunque no sabemos con precisión cómo la temprana química de la Tierra desarrolló la biología, sabemos que la diversidad y la complejidad que vemos en el mundo vivo no son un producto del mero azar.
La evolución es una combinación de mutación azarosa y selección natural. Darwin llegó a la frase “selección natural” por analogía con la “selección artificial” realizada por los criadores de ganadería. En ambos casos, la selección ejerce un efecto sumamente no arbitrario sobre el desarrollo de cualquier especie.
Tomando la población estadounidense como ejemplo: La mayoría de los sondeos muestran que aproximadamente el 90 % de la población cree en un Dios personal; mientras que el 93 % de los miembros de la Academia Nacional de Ciencias no es creyente. Esto sugiere que hay pocos modos de pensar menos compatibles con la fe religiosa en comparación con la ciencia.
No hay ninguna duda de que algunos cristianos han transformado sus vidas para bien por leer la Biblia y rezar a Jesús. ¿Qué demuestra esto? Demuestra que ciertas disciplinas de atención y códigos de conducta pueden tener un efecto profundo sobre la mente humana. ¿Las experiencias positivas de los cristianos sugieren que Jesús sea el salvador exclusivo de humanidad? No, ni siquiera remotamente — porque los hindúes, budistas, musulmanes e incluso ateos con regularidad tienen experiencias similares.
Es obvio que no entendemos el universo totalmente; pero es aún más obvio que ni la Biblia ni el Corán reflejan un mejor entendimiento de él.
No sabemos si hay complejas formas de vida en otras partes del cosmos, pero podría haber. Si la hay, tales seres podrían haber desarrollado un entendimiento de las leyes de la naturaleza que infinitamente excede al nuestro. Los ateos libremente pueden aceptar tales posibilidades. Ellos también pueden admitir que de existir brillantes extraterrestres, el contenido de la Biblia y el Corán será aún menos impresionante para ellos.
Desde el punto de vista ateo, las religiones líderes mundiales trivializan completamente la verdadera belleza y la inmensidad del universo. Uno no tiene que aceptar nada con pruebas insuficientes, para hacer tal observación.
En cualquier caso, los efectos buenos de la religión pueden ser cuestionados con seguridad. En la mayoría de los casos, parece que la religión da a la gente malas razones para comportarse bien, cuando en realidad hay buenas razones disponibles.
Pregúntese qué es más moral, ¿ayudar al pobre por el interés en su sufrimiento, o hacerlo porque piensa que el creador del universo quiere que usted lo haga, le recompensará por hacerlo o le castigará por no hacerlo?
9) El ateísmo no proporciona ninguna base para la moralidad.
No obtenemos nuestra moralidad de la religión. Decidimos qué está bien en nuestros libros recurriendo a intuiciones morales que están (en algún nivel) integradas en nosotros y que han sido afinadas por miles de años de pensar en las causas y posibilidades de la felicidad humana.
Hemos logrado un progreso moral considerable durante años, y no hicimos este progreso por leer la Biblia o el Corán con más detenimiento. Ambos libros justifican la práctica de la esclavitud — y cada ser humano civilizado ahora reconoce que la esclavitud es una abominación. Lo que haya de bueno en la escritura — como la regla de oro — puede ser valorado por su sabiduría ética sin nuestra creencia en que fue transmitido a nosotros por el creador del universo.
http://www.samharris.org
1 comentario:
creo que esta es una realidad si se nos permitiera a los ateos tener algo mas de control en la politica y se le quitara una buena cantidad a la iglesia las deciciones se tomarian en pro de la evolucion del mundo.
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